Ps. Constanze Ihl Herbach
El ciberbullying o ciberacoso es el término que se utiliza cuando se usan medios digitales para ejercer algún tipo de violencia hacia otra persona, generando consecuencias negativas en quienes lo sufren. Suele darse entre pares, de manera anónima y pública, existiendo un desequilibrio de poder entre sus involucradas/os. Así también, suele involucrar luego a más personas que observan o participan indirectamente de la agresión (Olweus, 1994).
Hablamos de un acoso que se presenta de forma recurrente, que puede pasar en cualquier momento y lugar (en la medida de tener conexión a internet), pudiendo recibir amenazas a cualquier hora y cualquier día, lo cual activa una sensación de vulnerabilidad permanente al acoso.
¿Has sido testigo o parte de situaciones similares a las mencionadas hasta ahora? ¿No estás seguro(a) si has efectuado ciberbullying contra alguien o si te han agredido de esta forma? Conocer algunos ejemplos de distintas formas de manifestación del ciberacoso puede ayudarte a responder esas preguntas: enviar mensajes amenazantes aprovechando el anonimato, agobiando y acosando a otra persona; crear perfiles falsos para ridiculizar y propagar rumores de experiencias o información privada de alguien más; utilizar la contraseña de correo electrónico de otra persona sin consentimiento, vulnerando su intimidad y confidencialidad; publicar fotos reales o fotomontajes para avergonzar públicamente o perjudicar a una persona, entre muchos otros (Minsal, 2021). En el contexto actual de clases virtuales, otra forma del ciberbullying es aprovechar el anonimato para aislar a otra persona, ya sea silenciando su micrófono o eliminándola de una sala sin consentimiento, no permitiéndole contar con un espacio seguro para participar o expresarse libremente
Dado que la o el agresor/a no está en contacto directo con quien es víctima, muchas veces no tiene una percepción real del daño que causa su actuar. Por otro lado, estas agresiones comúnmente ocurren cuando una persona no se siente segura consigo misma y en lugar de focalizarse en resolver el conflicto interno o desarrollar la propia autoestima, reacciona agresivamente ante personas o situaciones que de una u otra forma le recuerden esa vulnerabilidad, error o debilidad, a partir de la presión a la perfección auto-impuesta.
El ciberbullying puede impactar negativamente en la salud mental de la persona que es víctima de la agresión, como también puede impactar a quien agrede, dado que al no medir consecuencias, una acción que inicialmente puede ser construida como inofensiva, puede volverse rápidamente en contra de quien agrede y al ser individualizado(a) como agresor(a), volverse blanco de críticas, enfrentar sumarios, o incluso ser una nueva víctima de ciberacoso, por ejemplo a través de funas.
Algunas consecuencias a nivel relacional y emocional son:
Hay muchas formas de detener el cyberbullying. Si has sido testigo de una situación o si te llega un mensaje, foto o publicación que puede dañar a alguien que conoces, no des “me gusta” ni reenvíes la publicación, ya que eso también te hace responsable del problema, teniendo la posibilidad de no ser parte de la agresión, o pudiendo reportar una publicación o comentario como ofensivo, en la red social donde se publique.
Si a lo largo de esta columna te has percatado que has acosado/hostigado a alguien, ten presente que puede ser ésta una oportunidad de crecimiento y reflexión sobre la huella que te gustaría o no dejar en otras personas. Nunca es tarde para reflexionar sobre nuestras conductas y decidi hacer algo distinto.
Si por el contrario, estás siendo víctima de esta forma de maltrato, recomendamos evitar contestar los mensajes provenientes de quien te agrede, de manera de evitar entrar en una dinámica de ofensas que puede generar que el ciberbullying incluso aumente. Junto a ello, recordar que no es tu culpa, ya que nadie tiene el derecho de ofender o humillar a alguien más. Además, es vital pedir ayuda lo antes posible para contar con un espacio de escucha activa, contención y poder recibir orientaciones de posibles acciones a seguir para lograr frenar este acoso. Si no reconoces a personas en tu entorno que puedan serte de ayuda, o si requieres apoyo especializado, recuerda que en la DAVE cuentas con un equipo de profesionales en el programa de orientación psicológica. Escríbenos o solicita una cita hoy en nuestro formulario y te contactaremos a la brevedad con una psicóloga del equipo.
Finalmente, recuerda que las distintas formas de manifestación del ciberbullying son contrarias a la normativa institucional, pudiendo llegar incluso a constituir un delito. La Universidad cuenta con 3 instancias distintas que regulan la convivencia universitaria, para que las revises con detenimiento, además de un protocolo de Aula segura, que específicamente protege la participación segura de todo y toda estudiante, y que toda Escuela tiene opción de activar.