Ya sea al ingresar a primer año o más adelante en la carrera, es bueno revisar los propios hábitos de estudio y verificar lo que estamos haciendo bien, pues en ocasiones estudiamos sin ser conscientes de cómo lo estamos haciendo, ni los pasos que ejecutamos para lograrlo.
Estudiar no comienza previo a una prueba, sino que parte mucho antes. Implica la adquisición de un hábito y por lo tanto requiere voluntad, repetición y continuidad en el tiempo para que se torne más fácil, eficiente y, sobre todo, más agradable. En este sentido, los hábitos de estudio son la repetición del acto de estudiar, realizado bajo ciertas condiciones ambientales estables de espacio, tiempo y características similares del estudio.
Para un espacio físico óptimo, se recomienda:
- Intentar definir con anticipación el espacio donde se efectuará el estudio.
- Lo ideal es contar con un escritorio, una silla, luz artificial, ventilación y en lo posible luz natural.
- Se recomienda que el espacio esté ordenado, porque el cerebro se distrae con el desorden.
- Reunir todos los materiales que necesitarás para estudiar (lápices, cuadernos, apuntes, planillas, entre otros), para que no pierdas tiempo ni te distraigas cuando ya estés estudiando.
- Reducir distracciones a tu alrededor (celular y otros aparatos tecnológicos que no necesites).
El tiempo hace referencia a cómo logramos compatibilizar y organizar el estudio con otros ámbitos de la vida que también son importantes. Para ello es relevante:
- Revisar el programa de estudio de cada asignatura, para contar con información sobre los contenidos a revisar, fechas de evaluaciones y entregas de trabajo durante el semestre.
- Considerar las actividades que se realizan fuera del ámbito académico y el día que se dedica a ellas (trabajo, vida social, tiempos de traslado, alimentación, descanso, hobbies, uso de redes sociales y labores domésticas).
- Escribir en un calendario las actividades del punto 1 y 2 para sistematizar, ordenar y priorizar en qué materia necesitas enfocarte primero, la tarea que debes hacer y cuánto tiempo requieres y necesitas para poder estudiar.
- Armar un calendario que te permita flexibilizar, en caso de imprevistos que puedan suceder, y si hay un evento que no hayas programado previamente o modificaciones que debas hacer.
Las características similares del estudio son elementos en común o pasos necesarios para crear el hábito:
- Preparar tus clases con anticipación: Revisar el contenido de clases, leer material de apoyo complementario y, si es posible, imprimir las diapositivas con antelación.
- En clase: tomar apuntes. Si el material está impreso, escribir al lado la información. Anotar definiciones o ejemplos que entregue el/la docente, temas que se enfatizan y posibles preguntas de prueba. Sólo si te autorizan puedes grabar la clase para revisar alguna duda, pero no se recomienda grabarla para escuchar todo de nuevo y después tomar apuntes, pues eso te quitará demasiado tiempo.
- Hacer preguntas: Resolver las dudas durante la clase. Y si surgen después, anotarlas y plantearlas a la/el docente vía correo o en la siguiente clase.
- En casa: Revisar la calendarización del día y repasar cada materia de ese día como mínimo por 30 minutos. Puedes crear también guías de estudio donde escribas resúmenes, mapas conceptuales, diagramas u otras técnicas de estudio que te puedan servir.
- La concentración tiene un tiempo de duración; contempla 5 min de concentración baja, 5 minutos de concentración media y entre 40 a 60 minutos de concentración profunda. Recuerda tomar descansos de 15 minutos después de cada flujo de concentración (puedes caminar, estirarte, tomar agua, comer, ir al baño, etc).
Ser consciente de estos aspectos es el primer paso para reforzar o cambiar la forma en como trabajamos hacia nuestro objetivo. Recuerda que estudiar implica adquirir un hábito que toma tiempo y que lo importante en el proceso es que seas constante, metódico/a y perseverante.