Las mujeres desde hace miles de años se han acompañado mutuamente en momentos de tensión, distribuyendo sus conocimientos en roles encauzados a mantener el cuerpo en equilibrio, por medio de tecnología proveniente de sus entornos naturales y culturales. Mediante conocimientos sistemáticos, muchas de ellas utilizaron hierbas medicinales, secretos, masajes y preparados para facilitar el parto respetuosamente. Prácticas que han supervivido.
La diversidad de partería existente en lo contemporáneo se debe principalmente a nuestra herencia cultural, a nuestra historia de colonización; las parteras indígenas, por ejemplo, son mujeres que resguardan los saberes médicos de sus pueblos, mientras que las parteras tradicionales populares son aquellas que heredaron conocimientos de la salud, tanto de los pueblos indígenas como de la tradición europea durante el contexto colonial. Por último, las parteras postmodernas combinan los saberes y prácticas anteriores con la evidencia científica y otras formas de salud alternativa provenientes de distintas tradiciones. Todas de acuerdo con que el poder de decisión en el momento del nacimiento está centrado en la madre y la familia.
Aunque los informes internacionales demuestran que la inversión en partería competente contribuye a la salud materna y neonatal, algunos países han optado por integrar su rol, mientras otros por excluirlas y criminalizarlas.
Hoy en día, los esfuerzos se centran en fortalecer el rol de las parteras tradicionales indígenas, populares y postmodernas como agentes promotoras de salud que no solo resguardan la vida de la madre y bebé respetando la fisiología del nacimiento, sino que se involucran en todo el proceso reproductivo de las mujeres.
Es desafío entonces posibilitar el acceso y el ejercicio de este oficio en el sistema biomédico y sobre todo facilitar la partería en comunidades aisladas, especialmente donde habitan pueblos indígenas. Internacionalmente, los esfuerzos están puestos en las políticas públicas de los países reconociendo que las parteras son parte fundamental de los saberes y prácticas de los pueblos. Fomentar la colaboración intersectorial entre el sistema de atención primaria y las parteras será fundamental para avanzar en el respeto por la diversidad cultural, la fisiología del nacimiento y el derecho a decidir de las mujeres.
Camila Flores
Académica
Ucentral Región de Coquimbo