Lunes 23 de Noviembre de 2020
En el día Internacional del hombre, los académicos del Observatorio de Salud en Masculinidades reflexionan acerca de la necesidad de un programa de salud.
Los países miembros de la Organización Panamericana de la Salud han desarrollado por más de 100 años estrategias de prevención de la mortalidad infantil y materna, logrando aumentar las expectativas de vida en este grupo específico y en menor proporción para los hombres.
A pesar de esto existen importantes inequidades en la salud de hombres y mujeres, siendo estas últimas, en Las Américas, quienes se exponen a los riesgos de embarazo, parto, puerperio y aborto, con una tasa mortalidad materna de 67,4 x 100.000 nacidos vivos (OPS, 2019). Para ello, los diversos países han desarrollado estrategias de protección de la salud de las mujeres, mediante acciones de planificación familiar, salud sexual reproductiva y establecimiento de programas de salud de la mujer.
Pero un gran ausente en las Américas, el mundo y en específico en Chile es un programa que de protección a los hombres desde una perspectiva de género, que pueda enfrentar fenómenos como la sobremortalidad masculina, expresada en: La mortalidad general de 6,9 en hombres y 4,5 en mujeres por cada 1000 habitantes; las tasas de suicidio de 14,2 en varones y 4,2 en mujeres por cada 100.000 habitantes; las tasas de homicidio de 31,1 en hombres y 4,3 en mujeres por cada 100.000 habitantes, (OPS, 2019), tasas de accidentes viales en hombres 24,13 y en mujeres 7,59 por 100.000 habitantes. (WHO, 2016) es por ello que en este día del hombre, se debe levantar la necesidad de Programa de salud del Hombre.
Diego Silva Jiménez, Académico Centro de Salud Pública. Observatorio de Salud en Masculinidades UCEN
Comprender la sobremortalidad masculina y las diferencias de morbilidades entre hombres y mujeres ha tratado de ser explicado por la falta de autocuidados en varones (De Keijzer, 1998 y Bonino 1989), así como las barreras en el acceso al sistema de salud, dadas por los horarios y los requisitos de ingreso a los programas de salud preventivos de la salud primaria (Valenzuela, 2008).
Pero puede ser mejor comprendido por los mandatos de la masculinidad hegemónica (Connell R, 2003), también renombrada como la caja de la masculinidad (Heilman, Barker y Harrison, 2017), que se traduce en conductas que ponen en riesgo a los mismos varones y quienes le rodean. Esto cobra relevancia por lo solicitado en la carta de salud global (2016) que indica la necesaria flexibilidad del sistema y su énfasis en la prevención y promoción.
Desde el enfoque promocional se han observado acciones exitosas en las salud de los varones tales como, la participación en el parto (Aguayo y Sadler, 2011) y crianza de los niños y niñas (Aguayo y Kimelman 2014), las campañas por la no violencia como Lazo Blanco (Bard G, 2016), siendo estas hechos aislados, no financiados y con escaza continuidad.
Es por lo anteriormente expuesto que resulta necesario contar con un Programa Integral de Salud de los Hombres (PISH). En Las Américas dicha estrategia de promoción solo existe en Brasil, dando respuesta a las necesidades de los hombres desde su diversidad racial /étnica, curso de vida, orientación sexual, con estrategias de prevención primaria, secundaria y terciaria. El otro país con un programa de salud para los hombres es Australia, mientras Europa tiene un programa de salud para los hombres solo en Irlanda.
Contar con un Programa Integral de Salud de los Hombres (PISH) en las Américas y el mundo es una necesidad esencial, en virtud de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de equidad de género, el cual puede ser financiado con la reducción de costos de la morbimortalidad masculina, así como con la reducción de las consecuencias de la masculinidad hegemónica para las mujeres y niñas, tales como femicidio, embarazo adolescente, violencia, accidentes (Heilman, Barker y Harrison, 2017). Sin tener que afectar los fondos destinados para el abordaje de la salud de las mujeres.
Alexis Valenzuela Mayorga Director Centro de Salud Pública.Coordinador Observatorio de Salud en Masculinidades UCEN