Click acá para ir directamente al contenido

“Educación médica, un desafío permanente”

En la edición conmemorativa de los 65 años de “Cuadernos Médicos Sociales”, del Colegio Médico de Chile, se abordó como tema central la “Formación Profesional Médica”, mismo tópico que la convocó en sus orígenes. Entre los escritos centrales de la publicación aniversario se encuentra “Educación médica, un desafío permanente” de la Decana de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, Dra. Gisela Alarcón Rojas.

  • Chile vive profundas transformaciones y los actuales contextos sociales, epidemiológicos, demográficos y culturales, llaman a revisitar la formación médica para incorporar saberes y competencias que le permitan al futuro médico/a desempeñarse con calidad y humanismo en escenarios de mediano y largo plazo.  Si bien, la formación médica chilena ha sido reconocida ampliamente y se han sumado procesos nacionales de regulación y acreditación obligatoria, es necesario avanzar hacia una medicina más centrada en las personas tanto en forma individual como social. Se analizan estos desafíos bajo la perspectiva de derechos humanos y humanización de la salud, para una incorporación más eficaz en la docencia de pregrado
  • Los problemas de salud actuales no se resuelven con la acción aislada de un médico/o por excelente profesional que él o ella sea. Trabaja en red, con interdependencia de otros y otras, con interdisciplinariedad y forma parte de equipos de salud, que actúan en sistemas adaptativos complejos.
  • Declarar que salud es un derecho humano no es algo nuevo y si no realizamos acciones concretas y conjuntas quedará solo en una buena intención que no impactará en la vida y bienestar de las personas. Desde esta perspectiva, cabe preguntarse entonces el rol de la academia en la formación de profesionales de la salud y en la formación médica en particular, para apoyar la implementación de marcos y políticas de salud.
  • El desarrollo de sistemas de atención más integrados y centrados en la persona tiene el potencial de generar beneficios significativos para la salud y la atención sanitaria de todas las personas, así como lograr eficiencia en el uso de recursos, satisfacción de usuarios y de trabajadores de la salud y resultados sanitarios.
  • La atención integrada depende de la acción proactiva de equipos interprofesionales por lo que se deben crear programas de formación permanente con enfoque intercultural, de género y de curso de vida, sobre nuevas capacidades y competencias y reconfigurar los mecanismos y las funciones profesionales a fin de proporcionar atención integrada y colaborativa, incentivar a los prestadores a ofrecer atención integrada, en lugar de atención por enfermedades en particular.
  • La humanización en salud ha sido abordada desde distintas dimensiones, desde la  ética  y  la bioética en la atención sanitaria, así como también desde  la  perspectiva  organizacional  y  la  acreditación de calidad de los servicios de salud. Todas estas visiones convergen en la persona y sus derechos como fin último y centro del quehacer sanitario. La consideración del otro/a como persona y sujeto de derechos sin discriminación alguna está en  el  centro  de  esta  preocupación (Andino, 2018)En todas y cada una de estas dimensiones la relación bidireccional con la formación médica es ineludible. 
  • El/la médica que queremos formar interactúa con personas, con comunidades y al interior de organizaciones y esperamos que lo haga de forma ética, compasiva, con calidad, excelencia y en forma integral y humanizada.
  • Resulta paradojal que los grandes avances de la medicina en este siglo, vengan acompañados de la mayor insatisfacción de pacientes y de médicos/as, así como de la llamada judicialización de la medicina. Esto último se ha vinculado fuertemente a la inadecuada relación médico-paciente, con déficit en la  comunicación  y  escucha  activa  por parte del profesional. Si bien nadie pone en duda la importancia de saber desarrollar las habilidades necesarias para establecer una buena relación médico-paciente, parece  que  en  la  práctica  estas cuestiones no son objeto de una atención eficaz en el pregrado.
  • Sumarnos, desde la academia,  al  llamado de la OMS, para posicionar la salud al centro de la agenda de los países, como un derecho humano, implica estar atentos y atentas a nuestros procesos formativos en medicina y  salud  en  general,  para  incorporar  saberes y competencias que permitan llevar adelante los desafíos mencionados. Así como se nos ha planteado formar  médicos  y  médicas  cuyos perfiles respondan a las necesidades de salud de nuestra población también es crucial contar con políticas y planificación en recursos humanos de la salud que permita alinear la creación de escuelas de medicina del país con los números y las características de médicos/as que se requiere formar. Todo lo anterior resulta ser más imperativo que nunca  y  una  tarea  que  nos  compromete  a  todos y todas. Desde el enfoque de la humanización, basado en  un  enfoque  de  derechos,  cabe entonces continuar preguntándose ¿cómo  enseñar  humanización  en  el  curriculum medico?

Revisa el artículo completo en:  https://cuadernosms.cl/index.php/cms/article/view/1982/1999