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Construyamos una sociedad comprometida por el buen trato a las personas mayores

Por: Carolina Núñez Ruiz, Enfermera, Mg. en Envejecimiento y Calidad de Vida, Docente U. Central

Chile se encuentra experimentando un importante envejecimiento de su población y así lo proyecta el Instituto Nacional de Estadística (INE), indicando que para el 2050 el 32% de la población tendrá más de 60 años. Este fenómeno, que se genera por una baja natalidad y por una mayor esperanza de vida, representa una nueva realidad que plantea múltiples desafíos y oportunidades en los distintos ámbitos de la sociedad, y que, para abordarlos, se requerirá de todos los actores de la sociedad en su conjunto, como el Estado, las instituciones, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general.

Dentro de los desafíos, se encuentra el derribar los prejuicios o mitos negativos hacia la vejez los cuales se traducen en prácticas discriminatorias hacia las personas mayores. Estos estereotipos negativos producen múltiples consecuencias en los mayores, afectando su desarrollo en todos los ámbitos la sociedad. Por lo anterior, es fundamental hacer un cambio de visión hacia la vejez, para que nuestra sociedad los integre y visibilice su participación como ciudadanos activos.

El 15 de junio se conmemora el Día Mundial de la toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez que busca sensibilizar a la sociedad sobre el buen trato a las personas mayores. Es por esto, que el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) nos invita a comprometernos en el Buen Trato para crear conciencia sobre la importancia de tratar con respeto y dignidad a las personas mayores, considerándolas como parte importante de la sociedad.  

Todos podemos contribuir como ciudadanos en este buen trato con acciones como evitando llamarlas como abuelitos(as), permitiéndoles expresar sus ideas, promoviendo que tomen sus propias decisiones, fomentando su inclusión social y participación activa en la comunidad y combatiendo la discriminación por edad en los servicios públicos y privados, entre otros.

Si cada uno de nosotros aplica estas acciones y las multiplicamos con las personas que nos rodean, contribuiremos a garantizar que los derechos de las personas mayores sean respetados, protegidos y promovidos en todos los ámbitos, permitiéndoles vivir una vida más plena a medida que envejecen.

Construir una sociedad más preparada para la vejez, en que las personas mayores de hoy y las que lo serán en un futuro, aporta a que las personas mayores sigan desarrollando el tejido social del país. Aún queda mucho trabajo, que garantice los recursos y los servicios adecuados para satisfacer las necesidades de la población mayor creciente, aunque sean simples acciones, nos permitirán un futuro más inclusivo y equitativo para todos.