Lunes 15 de Diciembre de 2014
Por.- Dr. Bernardo Morales, decano Facultad Ciencias de la Salud.
Tales afirmaciones de un actor importante del mundo de la salud privada, sin duda, hablan que el sistema de salud mixto chileno requiere un cambio de timón, un giro hacia un modelo solidario que logre aceptación y legitimidad social.
Un grupo mayoritario de la Comisión Asesora Presidencial propuso el Plan de Seguridad Social (PSS) como un avance hacia una reforma de salud más profunda. Al PSS, único y universal, podrían acceder todos los habitantes del país sin considerar preexistencias, ni cautivos al interior del sistema ISAPRE, erigiéndose como la reforma más inmediata al sistema privado de salud.
Por su parte, la propuesta de la minoría de la Comisión alega que el PSS se diluye entre toda la población, traduciéndose en una cantidad de dinero per cápita muy baja para ese fondo común, mientras la estructura de costo de las clínicas es mucho más alta.
Si bien la autoridad sanitaria deberá todavía definir características específicas del PSS, se entiende que estamos frente a un primer tiempo de un nuevo juego, tanto para las Isapres como para Fonasa, con reglas aún en construcción. Como lo ha indicado también la Ministra de Salud, Helia Molina, los cambios que se avecinan en salud no constituyen una gran y profunda reforma al sistema, sino que se orientan a mejorar más rápidamente la situación de las personas.
Es en este periodo de transición cuando la autoridad, en colaboración con los privados, deberá definir condiciones que garanticen mayores niveles de solidaridad, equidad y eficacia para el conjunto del sistema.