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Importancia de la Psicoeducación en Patologías de Salud Mental

Ps. Suilan Chia Covarrubias

La psicoeducación es una herramienta terapéutica fundamental que busca proporcionar información sobre problemáticas o patologías de salud mental a la persona afectada, así como a su familia, cuidadores y círculo cercano. Esta información abarca síntomas, causas, evolución, pronóstico, tratamientos y estrategias de prevención de recaídas y complicaciones.

Esta herramienta práctica permite a quienes padecen una enfermedad mental comprender y adherirse mejor a los tratamientos necesarios, reconocer signos de alarma y solicitar la ayuda adecuada, lo que reduce las dificultades y riesgos asociados a su condición. Además, la psicoeducación ayuda al individuo y a sus seres queridos a aprender, aceptar y adaptarse a la problemática, fomentando el desarrollo de habilidades y la adopción de nuevos hábitos y estilos de vida.

La psicoeducación puede ser impartida por médicos tratantes o profesionales de la salud mental, ya sea de forma individual o grupal (con otras personas que enfrentan la misma enfermedad, con familiares, o en conjunto). También es posible que la persona afectada busque información de manera autónoma a través de folletos, manuales, charlas, talleres o páginas de internet con contenido verificado.

Algunos de los objetivos y beneficios que contempla la psicoeducación son:

  • Conocimiento general de la enfermedad.
  • Aprendizaje sobre la experiencia personal con la problemática.
  • Autoconocimiento y reflexión sobre uno mismo.
  • Fomento de la participación activa en el diagnóstico y tratamiento.
  • Reconocimiento temprano de recaídas.
  • Disminución de factores de riesgo asociados a la patología.
  • Estimulo del cuidado personal y la autoobservación.
  • Identificación de factores protectores frente a la enfermedad.
  • Validación de emociones y pensamientos.
  • Prevención de problemas de salud mental.
  • Reducción de estigmas y mitos sobre la patología.
  • Conocimiento de hábitos y rutinas que favorecen el control de la enfermedad.
  • Manejo del estrés y desarrollo de estrategias de resolución de problemas.
  • Aceptación de la problemática de salud mental.
  • Uso adecuado de medicamentos y reconocimiento de efectos adversos.
  • Aumento de la adherencia al tratamiento.
  • Provisión de herramientas para afrontar la situación.
  • Facilitación de la comprensión por parte de la familia sobre cómo ayudar.
  • Elaboración de un plan de acción ante crisis o recaídas.

Si tienes una patología de salud mental, te sugerimos solicitar a tus médicos tratantes que te brinden psicoeducación al respecto. También puedes informarte de manera autónoma a través de recursos psicoeducativos confiables. Es esencial recordar que tienes el derecho y la responsabilidad de ser un agente activo en tu diagnóstico y tratamiento.