Click acá para ir directamente al contenido

Desafíos del retorno a la vida universitaria

Por las psicólogas Alejandra Zuleta y Constanze Ihl.

La desconexión que nos produce el estar de vacaciones, genera que el regresar al ritmo y rutina académica pueda percibirse como desafiante, en términos de volver a generar rutinas y hábitos, que permitan cumplir con las exigencias personales y del semestre.

Luego de retornar de vacaciones, es importante hacer una evaluación respecto a si se cumplieron los objetivos propuestos durante el año académico anterior, sobre todo analizar cómo fue el proceso de aprendizaje e integración de los contenidos esperados para cada asignatura. Si no fue el caso, es clave hacer una auto-revisión respecto a que puede haber afectado la consecución de estos logros, que generalmente están relacionados con la forma de estudio y la organización del tiempo que se tuvo. En este sentido, es central para enfrentar un nuevo año académico, tomarse el tiempo a inicios de semestre, para revisar lo que, si funciono y lo que se podría cambiar para obtener los resultados esperados, de esta manera se estimulará la responsabilidad personal y autonomía frente al propio proceso académico. Es decir, ser consciente que, si se desean obtener resultados diferentes, se deben aplicar estrategias de estudio que se pueden ir variando de acuerdo a las necesidades que se vayan presentando durante el año. Una sugerencia que puede ser útil para mejorar y mantener la productividad respecto a las tareas, es prestar especial atención en lograr una constancia frente a los requerimientos académicos, evitando tener sólo peaks de dedicación que son menos sostenibles en el tiempo.

Por esto, es importante tomar consciencia de cómo uno gestiona la dedicación y energía que le pone a cada actividad o responsabilidad que asume. Esto, ya que, si percibimos haber tenido un mal rendimiento el semestre anterior, el riesgo a exagerar en destinar mucho tiempo a estudiar, es alto. Por ende, los queremos invitar a no olvidarse de mantener un equilibrio con las demás esferas de la vida, tales como deporte, amistades, actividades de esparcimiento que aportan al bienestar integral, así como una buena alimentación y buena higiene del sueño.

Es clave dejarse espacio y tiempo en la planificación personal, para recreación personal, de manera de cuidar la salud emocional y física. Será un desafío identificar el tiempo que uno necesita para lograr desconectarse y descansar, ya que para cada persona puede ser diferente.

Si deseas apoyo especializado para trabajar en ello, recuerda que en la DAVE cuentas con el programa de orientación psicológica. Escríbenos o solicita una cita en nuestro formulario y te contactaremos a la brevedad con una psicóloga del equipo: bit.ly/orientacionDAVE.