Ps. Fernanda Goytiendía Haydn
El sueño desempeña un papel importantísimo en nuestro bienestar físico y emocional. Ocuparnos de nuestra higiene del sueño es crucial para garantizar un descanso efectivo y también un cuidado de nuestra salud física y mental. En vacaciones, y la agitada vida que se suele experimentar durante estos meses, a menudo dejamos de lado la importancia de hábitos saludables para conciliar el sueño y por sobre todo, se hace difícil mantener un ciclo de sueño regulado y consistente.
Es por eso que te dejamos algunas recomendaciones que te ayudarán a tener un descanso reparador. Recuerda que, si bien en el periodo de vacaciones hay más tiempo libre, puede ser una buena oportunidad para regular y aprender a tener una rutina de sueño que te beneficie el resto del año.
1- Establecer una rutina:
Mantener un horario de sueño constante ayuda a regular el reloj biológico. Intenta acostarte y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto fortalecerá tu ciclo de sueño y mejorará la calidad de tu descanso. Para ayudarte a que el proceso sea más sencillo, utiliza las herramientas de tu celular como alarmas o canciones que te acompañen a un buen despertar. ¡Recuerda que este hábito no tiene por qué forzarte a despertar tan temprano! Se enfoca en mantener un horario y crear constancia.
2- Crear un ambiente adecuado:
El entorno en el que duermes influye significativamente en la calidad del sueño. Asegúrate de que tu habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable. Considera el uso de cortinas oscuras (blackout, sun out por ejemplo), tapones para los oídos o antifaz para descansar la vista. Puedes incluir también elementos como aromaterapia, ruido blanco, un baño caliente, escuchar música suave o practicar técnicas de respiración. Crea una rutina relajante antes de dormir para señalarle a tu cuerpo que es hora de descansar.
3- ¡Cuidado con la sobreestimulación!:
La exposición a dispositivos electrónicos antes de acostarte puede afectar negativamente el sueño. Reduce la exposición a luz azul de pantallas al menos una hora antes de dormir, procura tener luz tenue y opta por actividades relajantes como la lectura o la meditación.
4- Limita la ingesta de alcohol y cafeína:
Especialmente en las horas cercanas al momento de dormir. Ambas sustancias pueden interferir con la calidad del sueño y dificultar conciliarlo.
5- Beneficios de la actividad física en el sueño:
El ejercicio regular contribuye al equilibrio del sueño, pero evita realizar actividades intensas justo antes de dormir. Opta por actividades más relajantes, como el yoga o ejercicios de elongación, en las horas previas a acostarte.
6- Ingesta de alimentos:
Evita comidas pesadas antes de acostarte, pero tampoco vayas a dormir con hambre. Un pequeño snack puede ser beneficioso, pero trata de que tu última comida del día sea al menos dos horas antes de ir a la cama.
7- Cuídate del estrés:
Un factor importante es la gestión del estrés, ya que es clave para mejorar la calidad del sueño. Para ayudarte con este punto te recomendamos practicar técnicas de relajación, como la meditación o el mindfulness, puede ayudar a calmar la mente y preparar el cuerpo para descansar. Si sientes que el nivel de estrés tiene un impacto negativo muy grande en tu día a día, recuerda que puedes buscar apoyo psicológico para regular esto.
Cuidar la higiene del sueño no solo mejora la calidad de nuestras noches, sino que también tiene impactos positivos en nuestra salud general y bienestar emocional. Aprovecha estos tips y descubre cómo un sueño reparador puede hacerte sentir mucho mejor.