Miércoles 23 de Noviembre de 2016
En La Semana Política, el decano Marco Moreno junto a Mirko Macari e Iván Weissman, conversaron sobre el nuevo orden que Trump vendría a dar a las relaciones internacionales, de cómo estos nuevos procesos golpean los inciertos pasos del Gobierno y de qué manera la candidatura de Insulza sería sólo un ejemplo del “estilo anestesiado de la clase política”
"Se están moviendo las placas tectónicas de un mundo que parecía dominado por la globalización y las democracias representativas", afirmó Macari, lo que ha permitido volver a hablar de economía política.
Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias Política y Administración Pública de la Universidad Central de Chile, Marco Moreno, cree que la Cancillería chilena llega un poco atrasada al debate y sin un plan B. Asegura que hay una falta de capacidad analítica sobre posibles escenarios y que no hay elementos que le permitan al país enfrentar este cambio.
"No los ve porque Heraldo Muñoz es parte de la generación de la edad de oro de la globalización neoliberal", dice Macari y recuerda que el ministro de Relaciones Exteriores también fue ministro de Ricardo Lagos. Para él, en Chile no hay un proyecto de desarrollo alternativo a la producción de materias primas y piensa que sería muy raro que esta generación tuviera un proyecto distinto. Cree que es el ocaso de lo que ya se advierte en el escenario electoral.
Moreno responsabiliza esto a que en Chile se sigue gobernando pensando en "cómo salimos del atolladero que nos encontramos actualmente": explicó en La Semana Política que se buscan soluciones y no se atacan los problemas.
Al analista le extraña que no estén preocupados, que los partidos no tengan centros de pensamiento y el déficit de la capacidad de gobernar, ya que se cree que tiene que ver con una visión a corto plazo.
"A lo que estamos asistiendo es al fin de una era que ya presenta síntomas de descomposición que no son sólo las reglas económicas morales. Estamos en proceso de una revolución mayor", asegura Macari.
Para Marco Moreno, la candidatura de José Miguel Insulza refleja una dificultad para generar nuevos liderazgos: "El juego está asignado por los que juegan", dice y afirma que hay un tema importante de la endogamia de la clase política chilena, que le cuesta renovarse.
Cree que hay un fenómeno de "gubernamentalización", en que los políticos cada vez están más cerca del Estado y cada vez más lejos de la sociedad. Es "el estilo anestesiado de la clase política": "No reaccionan ni van a reaccionar".