"La ceguera situacional de Bachelet y su entorno", se llama la reciente columna en el portal El Mostrador del decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, que analiza la posición en que se encuentra la Mandataria, tras los resultados de la encuesta CEP.
Según el académico, en el Gobierno existe un "estado de perplejidad".
—En su columna, publicada en El Mostrador, menciona la ceguera situacional de la Presidenta. ¿A su juicio, debería hacer un cambio de gabinete?
—Exactamente. Ella debiera leer adecuadamente lo que está pasando. Eso es lo que le dificulta el poder tomar decisiones acertadas. No sólo a ella, sino que a su gobierno, porque no tienen la capacidad de ver lo que está pasando a su alrededor porque están muy sesgados en la idea de que están haciendo lo correcto y que van en la dirección exacta. Queda demostrado con los resultados de la CEP, que eso no es así. Una manera, no la única, sería con un diseño de gabinete. La Presidenta Bachelet tiene un problema de ceguera situacional hiperdesarrollado.
—Mencionaba el contraste entre los asesores fríos y cálidos (cercanos). ¿Debería cambiar a sus asesores?
—No sé si reemplazar, pero sí debiera incorporar a su equipo otras visiones que le puedan aportar soporte más frío para la toma de decisiones. Ana Lya Uriarte y Pedro Güell forman parte de ese equipo estrecho de colaboradores. Ellos le entregan y le proporcionan fundamentalmente el apoyo cálido. Pero no se gobierna solamente con el apoyo cálido. No se actúa sólo sobre caliente. Tú tienes que tener de alguna manera otras visiones que te aporten más racionalidad a la toma de decisiones. La Presidenta está muy cercada por un círculo de asesores estrechos.
—La encuesta Cadem de hoy muestra un 18% de aprobación.
—No hay una lectura adecuada. Eso tiene que ver con lo que decía antes de esta ceguera situacional con la que el Gobierno desarrolla su acción.
—¿La Presidenta debería incluir a gente más moderadas en su equipo?
—Ella o en la Nueva Mayoría hay un sector que hizo una lectura equivocada de la realidad. Leyó que el país estaba girando hacia la izquierda y esa lectura no es consistente con lo que muestran los datos de la realidad y con lo que muestran las encuestas. La gente quiere cambios y transformaciones, pero también quiere seguir mejorando en su calidad de vida. La gente no está en desacuerdo con hacer las reformas, lo que está en desacuerdo es en el cómo llevarlas adelante. Y el Gobierno en lo que ha fallado es precisamente en el cómo.
Fuente: http://impresa.lasegunda.com/
