Domingo 23 de Octubre de 2016
Análisis del académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública Kenneth Bunker
Pero más allá de los pronósticos de uno u otro sector, ¿puede la abstención ser usada como un herramienta política? Al respecto, el director ejecutivo de Plural, Enzo Napoli, comentó que desde la derecha, "pueden plantear que esto es un problema que la gente no quiso a votar, porque el padrón y los escándalos del Servel gatillaron que la gente no tuviera ganas de ir, pero creo que esa es una conclusión bastante apresurada".
Asimismo, el docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Central, Kenneth Bunker, consideró que "si hay una baja participación se abre un escenario para deslegitimizar la elección sobre todo en el caso de que hayan muchas impugnaciones. Mientras más baja sea la participación, más puntos se puede anotar la oposición y menos argumentos va a tener el oficialismo para defender la legitimidad de la elección".
En tanto, Paulo Pérez, docente Universidad Andrés Bello, reconoció que "habrán partidos que tratarán de darle una lectura político partidista (a la abstención), en el sentido de decir que quizás es una manifestación de rechazo frente a las políticas del Gobierno o del Servel. Probablemente la oposición va a señalar que una alta abstención que se podría dar es producto de los errores del Gobierno, pero no concuerdo, pues la gente lo que está cuestionando es toda la clase política".
"La abstención se interpreta como una manifestación del reclamo de la ciudadanía, frente a los sucesivos escándalos de corrupción que han afectado a toda la clase política, tanto a partidos de derecha, como de izquierda y que ha afectado a otras instituciones", sentenció Pérez.
Impugnación de comicios
Los expertos advierten que una baja participación en las urnas podría llevar a judicializar los comicios y que más de un candidato puede intentar impugnar el resultado de una elección.
Con ello, Napoli apuntó que a que "si hay una alta abstención y tenemos comunas como lo que fue Ñuñoa el 2012, en que se decidió por 30 votos y ya tenemos candidatos que sin siquiera haberse emitido un voto hablaron de la probabilidad de impugnar, yo creo que eso sienta un mal precedente para lo que viene. El error del Servel tampoco facilita el descomprimir un escenario de judicialización, yo creo que si eso pasa, complica todas las elecciones que vienen para adelante".
Respecto a posibles impugnaciones de comicios, Bunker, expresó que "hay un elemento mezclado en que se va a judicializar, que muchos alcaldes van a impugnar la elección, si es que sienten que en general la elección es ilegítima y hay un mal sentimiento sobre todo lo que está pasando. Pero si vota mucha gente ese argumento se cae un poco".
Participación similar al 2012: ¿un triunfo para el Gobierno?
Otro punto a abordar es la implicancia que podría tener una participación similar a la alcanzada el 2012, ante lo cual los analistas difieren en el efecto que traería para el Ejecutivo.
Así, Bunker aseveró que "creo que alcanzar 42% de participación sería bueno en el sentido de que lo que se ha hablado durante toda esta campaña, lo que los medios han tratado de enfocar ha sido solamente sobre la participación, con todos poniendo un auguro negativo (...) Si la participación es más alta de lo que esperado, por sobre el 40%, cercano al 2012, entonces es una victoria para el Gobierno. Yo creo el Gobierno puede sacarle mucha ventaja a un escenario donde haya alta participación".
Por su parte, Pérez manifestó que ante una participación similar a la conseguida en las municipales del 2012, "el análisis que hay que hacer es si es un triunfo para el sistema democrático, lo que está aquí en entredicho es su legitimidad y de las autoridades, porque la crisis es global, afecta a toda clase política. Y si tenemos un abstención que puede ser mayor al anterior proceso, estamos hablando de una seria situación que es de crisis de legitimación del sistema. Obliga a replantear muchas cosas, entre ellas restablecer el voto obligatorio".
En tanto, Napoli, indicó que más que ser o no un buen resultado para el Ejecutivo, una participación en esos niveles, "por lo menos descomprimiría un escenario político que ya de por sí se veía complejo. Esta sería la segunda elección con voto voluntario y si es similar 2012 igual deberíamos mirar los números con cautela, porque la votación sigue siendo muy baja y no puede ser que tengamos alcaldes en algunas comunas electos con el 30% del padrón".
Y puntualizó que "tampoco sería para sacar cuentas alegres, porque la verdad es una derrota para la democracia, no sólo del Gobierno y sobre todo de la oposición", al no poder movilizar a su electorado en una elección donde llevan más postulantes que en otras ocasiones.
Fuente: www.emol.com